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La lectura en la infancia. Beneficios y cómo fomentarla.

  • Foto del escritor: Isabel Alanís
    Isabel Alanís
  • 27 feb 2021
  • 6 Min. de lectura

Hola, hoy quiero hablarles sobre un tema que para mí es muy importante y creo que para otras mamis puede serlo también, ya sea que estés esperando a tu primer bebé o tengas más de uno. La lectura en la infancia tiene múltiples beneficios y quiero compartirte algunos de ellos, pero antes de eso quiero contarte un poco sobre cómo comenzó mi historia en el mundo de los libros, porque no siempre valoré la importancia, ni reconocí los beneficios de la lectura.


Resulta que fue en el primer semestre de la universidad, que tenía yo 17 casi por cumplir 18 años, en la clase de “Taller de lectura y redacción”, que la maestra nos dijo desde el primer día que en su clase teníamos que leer tres libros en el semestre, y que en fechas determinadas debíamos entregar un ensayo y compartir con la clase nuestra lectura (no contar el libro, sino más bien una sinopsis y la experiencia de la lectura). El libro podíamos elegirlo nosotros, del número de páginas que fuese, del autor que prefiriéramos, del tamaño que quisiéramos, en fin, la decisión era libre. Como no tenía el hábito de la lectura y leer tres libros en seis meses me parecía una locura, pues muy lista me fui a la librería a buscar el libro más delgadito que pudiera encontrar. Compre “Aura” de Carlos Fuentes. En mi memoria, es el peor libro que he leído, no sé si realmente es malo o simplemente mi mente no estaba disponible para tal lectura, pero me pareció aburrido y difícil de seguir y comprender, a pesar de sus 64 páginas, fue muy tedioso leerlo. Pero después de compartir nuestras lecturas, algo despertó en mí. Por un compañero o compañera (no recuerdo) decidí leer “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde y me enamore de la historia, de un personaje, y por primera vez me emocione como nunca, con una lectura. Se convirtió en mi primer libro favorito. Luego por otra compañera conocí otro libro, un género literario que no tenía idea que existía, se convirtió en mi segundo libro y mi primer autor favorito. Ese semestre, esas experiencias fueron en mí la chispa.


Tal vez mi madre vaya a lincharme, y es que, yo no recuerdo que me leyera cuentos. Pero si la recuerdo hablándome sobre lo importante que era leer, la recuerdo leyendo y también a mi papá, recuerdo que en la casa teníamos muchas revistas de selecciones y que les gustaba mucho leerlas, yo tenía como 7 u 8 años. Yo las hojeaba y me gustaba la sección de chistes y gajes del oficio, aunque muchos no los entendía y eso ya fue más grande. Lo que si hacia mamá era inventarme historias y era excelente jugando con barbies, monos y muñecos (aunque a mí nunca me ha gustado mucho jugar con eso… hasta la fecha), ahora lo hace con la nieta.


Cuando me embaracé de Aria, nació en mí el propósito como mamá de fomentar en mi hija el hábito de la lectura. Siento que yo comencé muy tarde, más que nada porque ahora no puedo dedicarle el mismo tiempo que hubiera podido dedicarle antes. Hay tantos libros que leer, tantas cosas por descubrir y la vida es tan corta. Ya quisiera que el día tuviera más de 24 horas pero no se puede. Así que decidí que sería algo que haría con mi hija desde el vientre, y con ese propósito su biblioteca comenzó con un libro que le obsequiaron los abuelos “Un cuento para cada día 365 cuentos y rimas de animales” de Parragon Books, un libro que seguimos y seguiremos usando, junto con todos los que hemos sumado ya a su pequeña biblioteca, la cual ha mencionado compartirá con su hermano o hermana, si llega a tener. Jaja!


Mi objetivo no es que se convierta en una devoradora de libros, ni que lea 100 libros al año o cierta cantidad de libros al mes. Mi intención es que ella conozca, reconozca y valore los beneficios y la importancia de la lectura, para que la tenga como una herramienta más en su vida.


Aria es una pequeña parlanchina, con un amplio vocabulario. Yo no sé si de no haber tenido este propósito, también fuese así, honestamente no lo creo. Ahora es fascinante ver cómo ha evolucionado en su proceso, pasar de la escucha a la que lee, aunque sea de mentira o por recuerdo de la historia a través de los dibujos. Desde pequeña toma sus libros para observarlos o para leerle a sus muñecas bebés, ahora nos lee a nosotros. Observarla a ella, ver esos pequeños detalles, como el que se emocione por recibir libros de obsequio, que quiera leerlos en ese mismo momento, que quiera comprar más libros para completar una colección incluso usando sus propios ahorros, eso me da tranquilidad y paz y me permite tomarme un respiro de esa sensación de mala madre o de cuando llegan las dudas de si lo estaré haciendo bien. Ahí tomo un momento y me digo “Relájate, todo está bien. Lo estás haciendo bien”.


La lectura en la infancia tiene muchos beneficios y te comparto algunos a continuación.

  • Estimula el lenguaje

  • Amplía el vocabulario

  • Alimenta la curiosidad y la imaginación

  • Desarrolla el pensamiento critico

  • Establece una conexión especial, si es una actividad que realizas con ellos



Recuerda que el bebé en tu vientre, alrededor de los cuatro meses comienza a captar sonidos del exterior y la voz de mamá es uno de los primeros sonidos que percibe y es capaz de reconocerlo al nacer. Como parte de la estimulación prenatal, entre otros ejercicios, se recomienda que mamá (y papá) se regalen momentos para hablarle, catarle y leerle.


¿Cómo favorecer la lectura en tu pequeño?


  • Nunca es demasiado pronto, si puedes comenzar desde el vientre ¡Hazlo!

  • Cada niño y familia es diferente. Si te funciona establecer tiempo específicos, adelante. Yo comencé cada noche antes de dormir, pero cuando nació (y todavía), a veces el cansancio no me lo permitía, lo que quería era que se durmiera para tener un momento para mí o lo que quería era dormirme yo también. Así que le decía lo cansada que estaba y le proponía leerlo al día siguiente, incluso sumarle otro cuento.

  • Procura que sea un momento tranquilo y de disfrute. No importa si no tienen un lugar especial, la verdad es que cualquier momento y lugar es bueno para leer.

  • Carga uno o dos libros para los momentos de espera. Si tienes cita con tu médico o pediatra, o van a ir a algún lugar en el que requieran esperar, te sugiero que lleves algunos libros que puedan disfrutar juntos. Algunos juegos, cuadernos y crayones no te vendrían mal, créeme.

  • Tu voz, volumen, claridad y lenguaje corporal son muy importantes. Si tú disfrutas la lectura, tus pequeños también lo harán.

  • Observa y escucha a tu pequeño. Es importante que los libros sean de acorde a su edad y a sus intereses. De muy pequeñitos, los libros de texturas y resistentes (incluso para el agua) vienen muy bien. Pedir sugerencias te puede servir, pero créeme, observarlos y escucharlos es mejor.

  • Dejar al alcance de los niños. Es una de las razones de por qué los libros de texturas y resistentes vienen muy bien en el primer año de un bebé. Poco a poco tu pequeño aprenderá a cuidar sus libros, pero es muy importante que pierdas el miedo a que los destruya. Transmitirle a tus hijos que los libros son parte de lo cotidiano, que puede divertirse con ellos, permitirle explorar cómo usarlos, le genera la confianza para manipularlos e imitar lo que tú haces con ellos.

  • Sé el ejemplo. Si tus hijos ven que tu lees y además le provees los recursos siendo participe de su propio proceso de lectura, tus hijos estarán mucho más motivados.

  • Enséñales que ocupar dinero en libros, no es gastar ¡Es invertir! Un buena idea puede ser designar cierta cantidad a la semana o al mes para compra de libros, según tu presupuesto.

  • Involúcralo en la compra de sus libros. Como mencione anteriormente, observarlo y escucharlo es una excelente forma de seleccionar libros para tu peque. Visten ferias de libros, bibliotecas, librerías, bazares y muéstrale el proceso de observar y seleccionar libros, así como el proceso de compra y venta, incluso permite que sea tu peque quien pague.

  • Regala libros. Un libro de regalo, es de los mejores que un niño puede recibir (y un adulto también). Fomentemos el hábito en otro niños, quizá seamos su primer acercamiento, su primera chispa.


Para mí la lectura es un regalo, una ventana a lo desconocido, son palabras de aliento para el alma, es cómo obtienes poder para algunas decisiones, por eso lo veo como una herramienta para la vida.




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