No me permitiré robarte tu infancia
- Isabel Alanís
- 26 jul 2018
- 2 Min. de lectura
Mi pequeña hija, ahora no entiendes
que los adultos tenemos responsabilidades,
obligaciones y deberes. Que debemos cumplir
con horarios y planificaciones.
Siempre a prisa, tan cortos de tiempo,
A veces ni yo entiendo por qué o para qué.
Quizá porque queremos
acumular dinero y posesiones,
confundidos, creyendo que esto
nos hará más felices o importantes,
o cualquier otra cosa que nuestro inconsciente
nos haga pensar.
Sea como sea, te prometo una cosa,
no me permitiré robarte tu infancia,
porque tu felicidad es lo más importantes.
Hare lo que haga falta para estar a tu lado
y darte lo necesario para tu bienestar.
Me sentare en el piso a jugar contigo
con el pantalón nuevo o la blusa recién planchada,
me llenare el rostro recién maquillado
con tiernos besitos babeados.
Me cambiare las veces que sean necesarias
por compartir tus papillas y dejarte experimentar y aprender.
Ire al doctor y tomare mil pastillas para el dolor de cintura
con tal de cargarte y mostrarte el mundo.
Quizá me disculpe mil veces por llegar tarde,
lo vale todo si son momentos contigo,
si puedo ver por más tiempo esos ojitos de asombro y esa sonrisa pícara.
Lo vale todo si puedo alimentarte,
cargarte y abrazarte contra mi pecho,
si puedo llenarte de besos y decirte cuanto te amo.
Con el tiempo aprenderás valores, tus derechos y obligaciones,
pero no seré tirana, pues mi ejemplo es tu mejor enseñanza.
Si accidentalmente tiras el vaso de leche,
sobre el mantel de la mesa,
será una oportunidad de enseñarte a usar la lavadora
o si se derrama un poco de helado sobre el piso,
podré mostrarte como limpiarlo.
Si tus pantalones se desgastan no por eso
te privare de jugar sobre el piso o en la tierra.
Quiero que vivas y disfrutes tu infancia,
llenarme de tu asombro y contagiarme de tus risas.
Que disfrutemos juntas cada momento
porque en este mundo nada es eterno.

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